Promulgada en 1920, la Ley Jones (Jones Act) es una ley federal que establece que las embarcaciones que naveguen bajo la bandera de los Estados Unidos deberán ser propiedad de tripulaciones y compañías estadounidenses y estar registradas y tripuladas por éstas. Si bien en un principio el objetivo de la Ley Jones era proteger la industria marítima de los Estados Unidos, también codificó ciertas tradiciones y prácticas marítimas antiguas que contemplan la recuperación económica en caso de que un tripulante sufra lesiones en el mar. En consecuencia, la Ley Jones exige a los empleadores compensar a los tripulantes por los gastos relacionados con los accidentes ocurridos en el mar o a bordo del barco durante el transcurso normal de las operaciones marítimas.
La Ley Jones exige a los empleadores compensar a los trabajadores marítimos lesionados por lo siguiente:
Si bien la Ley Jones brinda protección y recursos básicos en el caso de lesiones sufridas en el mar, también permite a los tripulantes lesionados obtener una indemnización mucho mayor en caso de que el empleador haya cometido negligencia. En general, la negligencia se relaciona con el hecho de que una embarcación sea innavegable. Comúnmente, la calidad de “innavegable” se refiere a una embarcación en mal estado o a una tripulación que no está debidamente capacitada ni preparada. En general, los juzgados han interpretado la calidad de “innavegable” de una embarcación en una forma más liberal al considerar que una serie de fallas, peligros o incumplimientos del deber de diligencia son factores que contribuyen a ocasionar una lesión o la muerte en el mar.
La Ley Jones es completamente diferente a los beneficios de compensación para trabajadores y está dirigida sólo a los trabajadores marítimos. Comúnmente, la compensación para trabajadores cubre los gastos médicos y parte de los salarios perdidos del empleado. Sin embargo, de acuerdo con los términos de la Ley Jones, los trabajadores marítimos lesionados pueden recuperar todos los gastos relacionados con las lesiones sufridas. Los tripulantes lesionados no sólo tienen derecho a recibir atención médica desde el principio y a recuperar una parte de sus salarios perdidos, sino que además pueden obtener una indemnización por daños que cubra los gastos médicos futuros, los ingresos perdidos y el dolor y sufrimiento ocasionados.
La mayoría de los empleadores marítimos se dan cuenta de la dimensión del daño por el que son responsables conforme a la Ley Jones. En consecuencia, un empleador puede intentar convencer al empleado lesionado para que solicite la compensación para trabajadores o la licencia por incapacidad y disuadirlo, en cambio, de que solicite los beneficios que establece la Ley Jones.
Si usted ha sufrido una lesión en el mar, es importante que se comunique con un abogado marítimo con experiencia lo antes posible para tratar su caso y proteger sus derechos y su empleo. Debido a que existe una ley de prescripción respecto de las lesiones marítimas, no actuar de manera oportuna puede impedir que obtenga una indemnización por daños conforme a la Ley Jones.