Adderall y Ritalin son estimulantes del sistema nervioso central, diseñados para el tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Adderall fue introducido en el mercado de los Estados Unidos en 1996 por Richwood Pharmaceuticals. Ritalin (el nombre comercial del metilfenidato) ha sido comercializado mucho más tiempo, pues fue aprobado por primera vez para su uso por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en 1955.
Adderall ha demostrado tener una amplia gama de efectos secundarios perjudiciales, incluyendo hipertensión e hipotensión, así como taquicardia (frecuencia cardíaca elevada). Los usuarios del medicamento pueden padecer una serie de enfermedades relacionadas con el estómago, como pérdida de apetito, dolor abdominal y náuseas, y pueden ser más propensos a convulsiones y tics. El medicamento también puede disminuir el rendimiento sexual y el interés.
Se ha demostrado que Ritalin causa muchos problemas similares, así como sequedad bucal, insomnio, mareos, palpitaciones del corazón y problemas mentales, como depresión o confusión.
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